10.2.05

Sobraba caldo y así y todo la sopa estaba espesa, espumosa. Nadie sospechó nada hasta dos horas después, pero para esa hora, ya estaban todos muertos. Solo salió con vida la pequeña Telma, que no quiso probar la sopa pese a las asesinas insistencias de su madre (que también murió). Todas las cosas que pasan y más las que no pasan, pasan por mi mente, se figuran. También veo a la cocinera probando una cucharada y más tarde besando a escondidas al sodero, que por esas pequeñas gotas de rocío de muerte que sorbió de los labios de la cocinera, murió, dejando el camión a la deriva, que finalmente cayó al río y lo llenó de burbujas. Y queda claro que hablo de burbujas y no de espuma, porque una cosa es y otra cosa es. Lo cual debe quedar claro desde ahora, no quiero que nadie que no entienda la diferencia entre burbujas y espuma esté de acuerdo conmigo en nada. Este es un momento en el cual escribiría lo que canta el que escucho, pero no tengo una linda redacción en euskadi, así que lo dejo a Fermín que cante él. Igual ya viene el dub.
La clave de la semana: saber mirar para otro lado en el momento oportuno.
El color: verde botella.
El número: el 5.