6.7.05

NOche

Noche
enfermedad de enfermades, de la muerte subiendo despacito por mi garganta. La muerte es como la garganta haciéndose de la lata en un grito que se pierde y se vuelve metálico, imagen recurrente de película. Pero nada, chabal, que esto no es un película o qué es lo que te crees. Ahora lo puedo contar y hasta puedo disfrutar de un poco de puré y media tacita de tinto. La vida no es tan mala para los que no nos morimos el miércoles. Porque podría haber sido, fiebre, sudor y lágrimas en la tarde con sueño con el cuerpo destruido, durmiendo y durmiendo llegué a las 48 horas antes de poder sentar mi cuerpo. Un mareo me invadía y vomitos repulsivos y babeantes no me dejaban retener dentro de mi cuerpo nada de alimento. Estuve enfermo de anorexia durante dos días, a causa de un principio de bulimia. Que simpática y correcta y trillada es la terminología con la que contamos hoy. El lunes fue feriado, el martes no trabajé mucho y después me morí. No puedo hablar, hablo con mucha difícultad con una voz más débil, aguda y lenta. No puedo tragar ni mi propia saliva y eso que no estoy fumando. Dos días sin fumar y en parte la gripe se me dio por fumar, por pasar de fumar 10 a 20 por día. Eso fue, palabras usadas. Y el resto del tiempo sin salir de la casa, sin salir de la cama. Mirando la tele. Estomba estima exáctitud al atribuirle, no se si todo, algo. A la televisor. Cambia la vida. No voy a mirar más televisión porque me puso muy triste. Esa es una de las cosas que me encantan de estomba la capacidad de derivar responsabilidades. Mi tristeza es culpa del televisor y no de lo vacío de mi vida. Donde no pasa nada. Donde nada produzco. Es cierto que todo es mentira, lo decía ya el filosofo. Y tengo una semana, menos, un día, para pensar mentiras. Necesito 10 minutos de mentira que puedan ser entretenidos. Pero también pasa que el frío invade mis píes y vuelvo a tener necesidad de reposar de la mala enfermedad que me lleva a actuar como un psicótico. La garganta, al principio lo terrible era todo. Ahora todo es más leve. Si estoy parado más de cinco minutos empiezo a transpirar y pierdo la noción de perpendicularidad con la superficie terrestre.
Mañana del día siguiente (o más bien 2 de la tarde del mismo día de la madrugada anterior), travalenguas traban las lenguas, pero las mañanas son más alegres y chispeantes que las noches, donde las cosas se ven tan tétricas. Anoche estuve con el cuento de terror, trabajando en eso, pensando eso. Probando eso, acomodé palabras, cambié sustativos y quité muchos adejtivos. Quiero ser tétrico no terrorífico. Cuentos de terror, cortos, muy cortos, 3600 caracteres para contar una muerte, una resurreción, una aparición, una desaparición, un fantasma, un perverso palpable o alguna de esas cosas que hacen que la columna vertebral se contraiga. Hay cosas que no debe volver a hacer, pero por más que pienso eso, también pienso, negativamente, hay cosas que nunca voy a aprender. Quiero pensar en otra cosa, pero todo me lleva y conlleva que yo lleve conmigo, algo de lo que quiero deshacerme, pero no puedo, permanece y está y yo busco, deshacerme, aunque no con demasiado énfasis ni austucia. Cada cual comprende lo que haya que comprender, otro comprenden cualquier cosa, nadie comprende nada, porque la cosa es así. Estar acá sin entender nada, escribiendo con incoherencia palabras que se me cruzan y que no tienen nada que ver con la realidad, como yo. No tengo nada que ver con la realidad, siempre las primeras palabras que salen son las inconscientes, que salen aunque no tengan que salir. Aunque es mejor que salgan de una vez, para poder hacer uso de eso, para marcar corregir, remarcar. Alguien quiere? Yo tengo muchas ganas de escribir, pero acá las palabras me faltan y en otro cuentos las palabras me sobran. Probaré el género infantil.Voy y vengo en un permanente goteo de ideas, puedo, trabajar. Pero la idea me tortura. La idea es la misma, hace aproximadamente 10 días. Pero mi idea no vale nada, solo vale perder la concentración, en el momento de mayor concentración. Vuelve y da vuelta y las caras, se cruzan. Todas las caras cruzadas, pero con destinos que se bifurcan, por un lado, por el camino soleado y fácil voy yo solo. Por el otro se van los demás. Con sus vidas, con sus cosas, con sus penurias, pero yo no tengo nada que ver. Tengo que tener eso en clara. Yo nada tengo que ver con eso, ni con clara. o Sí, claro ese es el tema. Nunca lo sabré o sí, llegará algún momento en que lo sepa. Alguna vez la verdad se me revalará, no porque sea un iluminado, sino porque las cosas van pasando y yo me voy enterando. Siempre tarde, siempre fuera de término y cuando opino, estoy desactualizado, soy tonto y carezco de lógica. Pero eso no es solo cuando yo opino, porque hay veces que cuando yo no opino hago otra cosa y, entonces, vuelvo a estar desactualizado, ser tonto y carecer de lógica. Porque es así, hay muchas cosas que se pueden cambiar y otras que son inevitables, ahora bueno. Saber qué es lo que se puede cambiar, a qué cosas resignarse, cuáles desestimar y a cuáles aferrarse.